Las relaciones entre los miembros de una familia nunca son idílicas y siempre se puede producir por algún roce, bronca o problema de comportamiento. No existen familias modélicas, sino que en todas existe alguna discusión, en mayor o menor medida, y que en gran cantidad de ocasiones se pueden arreglar sin mayores repercusiones. Las peleas que se producen entre hermanos no son consecuencia de que exista algún problema, únicamente son propias de la conducta infantil. No significa que no se quieran o que exista algún tipo de conflicto oculto, son cosas de la edad. Con el paso de los años las peleas habrán desaparecido y se comportarán de manera correcta.
Es habitual que cuando un hermano pequeño llega a la familia que los mayores se celen de él, en este caso bastará con prestarle un poco más de atención a los hijos mayores. Cuando los hermanos discuten o se pegan entre sí puede ser debido a que uno tenga celos del otro porque acapara la atención de sus padres o porque determinados logros hacen que estos feliciten al otro hermano y no a él. En este caso, han de ser nuevamente los padres los que intervengan tratando de corregir aquello. Para evitar una nueva pelea puede resultar recomendable tener una charla por separado con cada uno de los hijos y así tener los diferentes puntos de vista.
El Centro Psicopedagógico Creducar agradece la confianza depositada en nuestros profesionales. Brindamos un sistema de apoyo a las personas o sus familias para que puedan alcanzar ese bienestar tan deseado. Ponemos a su disposición nuestra comunidad y ésta plataforma online donde encontrará información sobre temas de interés y por medio de la cual también nos podrá contactar.